Hablemos de Dios


De Dios hemos hablado muchas veces, y seguiremos haciéndolo muchas más, porque Dios es lo principal de nuestra fe. Si dudamos de la existencia de Dios no podemos tener una fe firme, y sin una fe convincente es difícil aceptar las enseñanzas que propone la religión.

Conocer la verdad del después de la muerte es el mayor reto de cada hombre y el de mayor transcendencia para nosotros. Si creemos que Dios existe y no existe cometemos un error, pero éste termina con la muerte, y sin graves consecuencias para nosotros. Pero si creemos que no hay Dios y la realidad es que Dios existe, entonces estamos cometiendo un grave error que puede llevarnos a una vida de sufrimientos durante toda la eternidad. Nos interesa, y mucho, saber si Dios es un cuento como dicen muchos, o es una realidad como afirman muchos más que dicen tener pruebas personales de su existencia. Y yo creo a éstos porque también he vivido experiencias similares a las que ellos cuentan

¿Es lógico creer en un Dios que nadie ha visto y que la ciencia no puede demostrar su existencia? Todo el mundo, incluidos los científicos, conocemos la existencia de muchos hechos y muchas cosas que no son demostrables por métodos científicos. Por otra parte, tampoco ha visto nadie el dolor, o a la alegría, y sin embargo nadie duda que estas cosas existen porque todos las hemos sentido alguna vez. Con Dios ocurre algo parecido.

Nadie lo ha visto, pero en el Antiguo Testamento tenemos el testimonio de innumerables personas que han oído, sentido o visto hechos que no dejan lugar a dudas de que su procedencia solo puede ser de un ser superior a los hombres, y a ese ser lo llamamos Dios. Lo mismo ocurrió durante la vida de Cristo en la tierra. Cristo hizo milagros, los apóstoles hicieron milagros, y Cristo y los apóstoles y los hombres de su tiempo presenciaron en Cristo y los apóstoles hechos que atestiguan claramente la presencia de un ser superior que manifiesta su existencia haciendo cosas que ningún hombre puede hacer. Desde Abraham hasta nuestros días, unos cuatro mil años, Dios viene manifestándose a los hombres de diversas formas y maneras en muchos lugares y ante muchas personas.

Alguien que actúa, que hace cosas, es porque realmente existe. Dios no es una idea que nos han metido en la cabeza los curas o en los colegios, es “Alguien” que ha hablado a los hombres para decirles lo que deben hacer y lo que no deben hacer para salvase. (Véanse los mandamientos de la Ley de Dios y las enseñanzas de Cristo)

Creer que hay un Dios que se está manifestando continuamente a los hombres puede resultar no creíble para las personas que viven alejadas de la religión. Es natural. No teniendo interés por conocer a Dios, lo natural es queno se enteren de lo que hace. Somos libres para creer o no que Dios existe, pero no para hacer que exista o deje de existir. Si la realidad es que existe Dios, Dios seguirá existiendo aunque nosotros no creamos en Él, y si la realidad es que puede castigar nuestra desobediencia a sus mandamientos lo hará aunque nosotros no queramos aceptarlo. Si no queremos vivir en el error tenemos que ser nosotros quienes amoldemos nuestras creencias a la realidad, porque la realidad no se plegará a nuestra creencia.

Otras razones para creer que tiene que existir Dios- Nunca pudo existir la nada, porque de la nada no puede surgir algo. Esto lo admiten todos los científicos. Si nunca pudo existir la nada siempre tuvo que existir algo, y este algo o es algo con inteligencia o algo sin inteligencia. Dado que existe nuestro universo, y dada su complejidad y que hay inteligencia en el mismo, a nosotros nos parece más lógico pensar que el origen de todo lo que existe tiene que proceder de “Alguien” que haya existido siempre y que tenga inteligencia. A ese ser es al que llamamos Dios. Todo lo que hoy existe no puede proceder de la nada, ni del azar, ni del evolucionismo. No puede proceder del azar porque el azar es desorden y en nuestro universo hay un orden muy preciso. Tampoco puede proceder del evolucionismo porque para que haya evolución tiene que existir antes algo que pueda evolucionar.

¿Cómo podemos conocer a Dios? Cristo, el que resucitó de entre los muertos, nos ha dicho: " Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie viene al padre sino por mí " (Jn 14,6). Cristo, no la ciencia, es el camino para encontrar a Dios. La ciencia no puede llegar a Dios porque Dios está más allá de toda ciencia humana, y esto hace que no podamos comprenderlo con sólo nuestros conocimientos. Por eso Dios se revela a los hombres para darse a conocer y ayudarnos en nuestra salvación.