Necesitamos saber si existe Dios


No solo necesitamos creer que Dios existe, necesitamos saber dar razones creíbles de porqué creemos que Dios y necesitamos saber transmitir esta idea si queremos hacer hoy un buen apostolado, sociedad laicista actual nos lo demanda.

Personalmente no puede darnos igual vivir en la verdad que vivir en el error. Por propia experiencia sabemos que los errores pueden causarnos grandes pérdidas o grandes males. Elegir equivocadamente si existe Dios o no es uno de esos errores que pueden hacernos mucho daño. La lógica y el sentido común nos dicen (a mí me dicen) que debemos dedicar tiempo al estudio de las decisiones que pueden beneficiarnos o perjudicarnos gravemente. Pensemos con calma que si hay Dios y vivimos como si no existiera estamos viviendo equivocadamente toda nuestra vida, y lo mismo ocurre si vivimos creyendo que hay Dios y al final resulta que no lo hay.

En cualquiera de los dos casos podemos estar viviendo en el error, pero las consecuencias de elegir una opción u otra son muy diferentes. Hablando de esto viene a mí memoria la anécdota que se cuenta (o se contaba en mis otros tiempos) de Stalin y el Papa. Dicen -decían- que una vez coincidieron el Papa y Stalin y este dijo a su acompañante: Camarada Papa, vaya disgusto que te vas a llevar como al morir descubras que no hay Dios, a lo que el Papa respondió sin inmutarse: No camarada Stalin, la sorpresa te las vas a llevar tu como al morir descubras que hay Dios y te pide cuentas de tu vida. Si al morir acaba todo, como piensas tú, nadie se va a encontrar con otro después de la muerte y no puede pasarle nada ni bueno ni malo, pero como exista Dios y Cristo y te pidan cuentas de tu vida, tú sí que te vas a llevar un susto morrocotudo.

Pues esto es lo que puede pasarnos a todos los mortales, y como puede pasarnos a todos, a todos y a cada uno de nosotros, y no solo a los curas y las beatas, nos interesa la religión para descubrir la verdad sobre este interesante tema para evitar caer en un error culpable.

Los errores pueden ser culpables o inculpables. Es error inculpable o insalvable cuando la persona no ha podido conocer la verdad por causas ajenas a ella, y es error culpable cuando la persona ha tenido la ocasión de conocer la verdad y la ha rechazado voluntariamente.

Ejemplo de error culpable: Pepe vive en una población donde puede formarse en religión, pero por sistema rechaza todo lo que huela a religión. Muere y se encuentra con Cristo que le pregunta que por qué no ha ido a misa los domingos para cumplir lo mandado por él. Pepe responde diciendo que él creía que lo de ir a misa era cosa de los curas y que él no cree en los curas y por eso había dejado de ir a la Iglesia.

¿Le vale esto de excusa para evitar el castigo? Yo creo que no, porque se trata de una ignorancia culpable. Él ha podido conocer la doctrina de Cristo y lo ha rechazado; no ha hecho absolutamente nada por conocer la verdad. Es culpable de su ignorancia, y también de un posiblemente pecado de desprecio a la persona de Cristo al no querer saber nada de él. La ignorancia culpable es un agravante de la culpa y aumenta el castigo, nunca es un eximente como piensan algunos.

Ejemplo de error por ignorancia insalvable: Supongamos ahora que Pepe se interesa por buscar la verdad sobre Dios y sobre Cristo; le dedica un tiempo razonable y un prudente esfuerzo, y a pasar de su buena voluntad no acierta a encontrar a Dios y sigue en el ateísmo. ¿Lo condenará Dios por ser ateo cuando muera? Personalmente pienso que no, porque no parece que haya culpa en lo que hace. Dios no puede pedirnos imposibles. Si la fe nos viene por él, nosotros se la pedimos y además hacemos lo que entendemos que debemos hacer para encontrar la verdad yo no veo que tenga la culpa de su increencia, y si no hay culpa tampoco puede haber castigo.

El movimiento nuevo ateísmo. (Conoce a tu enemigo si quieres guardarte de él).

El Nuevo Ateísmo es uno de los movimientos más beligerantes contra Dios y contra las religiones. Nació entre el siglo XX y XXI de la mano de un grupo de científicos ateos naturalistas. Su pretensión es quitar a Dios de la mente humana para despejar el camino hacia una sociedad laica que es a lo que aspiran. España -dicen- tiene que ser laica para que triunfe la democracia y el respeto a la libertad de pensamiento y de creencias. Para conseguir sus fines no solo niegan con falacias la existencia de Dios, sino que van más allá afirmando que “la causa *de tanta aflicción es la fe en Dios* (Sam Harris), y Hitchens dice: Tener fe es creer sin pruebas, y eso es lo que emponzoña todo. Y Dawkins y compañeros de viaje están de acuerdo con todo esto y rematan la fiesta diciendo que los credos monoteístas -judaísmo, cristianismo e islamismo - son los responsables de tantos males causados a la humanidad.

Estas son algunas de las ideas lanzadas contra las religiones, pero hay más. Sostienen que “Solo la ciencia está en condiciones de verificar o falsar con precisión las proposiciones humanas, por lo que cabe concluir que las ideas religiosas, carentes como están de toda prueba física, no pueden reivindicar legítimamente que son verdaderas”.

Con este “axioma suyo” tratan de demostrar al mundo que la ciencia no admite la existencia de Dios porque sus pruebas no pasan los estándares científicos, (las pruebas empíricas). Claro, ¿cómo las van a pasar si proponen comprobar temas del espíritu (Dios y las religiones son temas del espíritu) utilizando fórmulas que se usan para verificar propuestas que tienen componentes físicos? Esto es una falsificación de la verdad

Otra idea errónea muy extendida en el mundo ateo actual es que la verdad es relativa, y que cada uno puede tener su propia verdad. Así si Pepe dice que no hay Dios y Juan dice que sí lo hay es tan valida la verdad de uno como la del otro. Esto es falso, falsísimo. La verdad no puede contradecirse a sí misma. ¿Y que es la verdad? Ésta se define como la coincidencia que existe entre lo que pensamos o creemos y lo que en realidad es. Si creo que hay Dios y la realidad es que Dios existe, estoy en la verdad, pero sí creo que hay Dios y la realidad es que no existe estoy en el error. La realidad existente, y no nuestras creencias son la que hace las verdades. La verdad es un valor muy importante para todo ser humano; conocerla es el objetivo de los inteligentes; ignorarla es lo propio de a los animales.

Cambios en el camino de la fe

Estos son los cambios en el camino de la fe yo que yo he vivido a nivel social.

Nosotros, los que fuimos jóvenes en el siglo pasado, no necesitábamos pruebas para creer en Dios porque en él creían nuestros padres, creían nuestros maestros y creían nuestros gobernantes; a nosotros nos bastaba confiar en ellos para tener una fe razonable basada en la confianza de nuestros mayores.

Luego llegó el cientificismo del Nuevo Ateísmo de la mano de los libros seudocientíficos de sus representantes, Dawkins, Harris, Dennett, Hitchens y demás compañeros mártires y sembraron las falsas ideas que hoy prevalecen entre nuestros jóvenes, versus nuestros hijos y nuestros nietos, y estas ideas han hecho cambiar la mentalidad de nuestra sociedad, que de ser una sociedad de creyentes como éramos nosotros ha pasado a ser una sociedad laica e increyente, y en esta sociedad estamos hoy. ¿Qué podemos hacer los cristianos en una sociedad laica? Benedicto XVI en Luz del Mundo nos daba estas pautas: “Nuestra gran tarea ahora consiste ante todo en sacar nuevamente a la luz la prioridad de Dios para que el mundo vea de nuevo que Dios existe y que él nos responde. Hoy debemos dar prioridad a la pregunta de si existe Dios.

Sí, creo que esta puede ser hoy nuestra principal tarea como cristianos si queremos que nuestra fe permanezca viva en nuestra sociedad; la gente de hoy pide más que nunca pruebes y razones para creer en nuestro Dios, y no podemos desoír el consejo de Pedro por su gran actualidad: “Glorificad en vuestros corazones a Cristo Jesús y estad siempre prontos para dar razón de vuestra esperanza a todo el que os la pidiere” Hechos, 8, 5-8.14-17; Sal. 65; 1Pd. 3, 15-18; Jn. 14, 15-21

¿Qué pruebas tenemos los cristianos para creer en nuestro Dios?

Para empezar, llevamos varios años que entre católicos y otras confesiones cristianas nos acercamos o pasamos de los dos mil millones donde hay clase de personas: Científicos, intelectuales de todo tipo, técnicos, profesores, obreros etc. ¿Podemos pensar con lógica que todos somos absurdos necios, ignorantes etc. Mucha gente, digo yo, para pensar que haya tanto abstruso en el mundo. ¿Y qué razones tenemos para creer en Dios? Siendo tantos los que creemos, y en lugares tan diferentes, podemos pensar sin temor a equivocarnos, que serán muchas y diversas las razones que cada uno haya tenido para creer en Dios.

Nuestra religión tiene una larga historia escrita desde Abraham hasta Cristo y desde Cristo hasta nuestros días. En esta larga historia se describen con mucho detalle multitud de hechos en los que sus protagonistas aseguran (aseguramos, yo me encuentro entre ellos) que hemos vivido experiencias religiosas en las que existen evidencias de la existencia de Dios. Donde hay evidencias no hacen falta pruebas para tener el conocimiento de la verdad. Desde que empezó esta historia con Abraham hace cuatro mil años hasta hoy mismo se vienen repitiendo sin interrupción estas experiencias que dan pruebas cumplidas a quienes las vivimos de la existencia de este Dios en el que creemos. No, no somos absurdos, bobalicones, ni ignorantes. Tenemos muy buenas razones para creer en este Dios al que servimos, aunque los ateos las ignoren y critiquen lo que no conocen.