AMAR A VIDA ASCENDENTE

Nadie ama lo que no conoce. Es una verdad evidente que no necesita demostración

Tampoco  ama nadie aquello a lo que no le da valor. De esto deducimos que para amar una cosa, para valorarla, se necesitan al menos estos dos requisitos, primero conocer qué es  y luego conocer que valores tiene. A informar sobre estos dos puntos va encaminado el presente articulo,  todo según mi personal punto de vista.  

¿Qué no es Vida Ascendente?

No  debe ser,  según mi entender, una asociación de viejos que se junta para realizar sus rezos y  sus prácticas religiosas. No hay  nada de malo en que alguien se asocie para estas cosas, pero Vida Ascendente no es una asociación, es un Movimiento, y con un fin muy concreto: El de anunciar el reino de Dios entre todos  los mayores, no solo entre los considerados generalmente viejos. En Vida Ascendente no solo hay viejos, hoy no pueden llamarse a viejas a la personas con sesenta años, y en este Movimiento hay algunas personas, pocas, pero las hay,  que están todavía en los cincuenta .

¿Entonces, que es  Vida Ascendente?

 Vida Ascendente es un Movimiento de personas que por estar jubiladas, o por otras circunstancias de la vida, disponen de abundante tiempo, y quieren dedicar parte de ese tiempo a mantener actualizada su formación cristina , para poner sus conocimientos y parte de su tiempo al servicio de los demás. 

Los miembros de Vida Ascendente deben asistir periódicamente a las reuniones de formación que de forma habitual se hacen en pequeños grupos en las parroquias, y como cristianos  miembros de un Movimiento eclesial deben  comprometerse a vivir con coherencia la fe que dice profesar.

Resumiendo podríamos decir –siempre según mi forma de pensar- que el ideal  de Vida Ascendente es primero formar bien a sus miembros como cristianos de los tiempos actuales,  y luego inculcar en sus miembros el sentido de actuar como tales cristianos. Durante muchos años hemos estado obrando en el sentido inverso, en lo que mas se insiste es en el testimonio de cristiano, (acción) sin preocuparse demasiado por mantener actualizada la formación cristiana, y  así hemos caído en una religión de prácticas rutinarias, dando a veces un testimonio negativo con esas prácticas para  las que no encontramos una explicación lógica. La Iglesia nos ha estado formando para que seamos buenas personas,  en ves de formarnos para ser buenos cristianos, y cuando la gente se ha dado cuenta de que para ser buenas personas no necesitamos la Iglesia, la ha abandonado. 

Hoy muchos no pisan la Iglesia por que argumentan que para ser buenas personas y para ser éticos no se necesita ir a misa, ni recibir los sacramentos. Y encuentra lógicos sus argumentos.  ¿Acaso los que practican la religión –dicen- son mejores que los que no la practican?  Esta es la pregunta que se hacen muchos que han abandonado la Iglesia, y la respuesta que se dan es que no ven diferencia entre los que practican la religión y los que no la practican . Con estos razonamientos no encuentran justificación al ir a la Iglesia  ni a as  prácticas de la religión.

 La sociedad de hoy necesita respuesta clara y convincente para volver a la iglesia.  Necesita que se les explique para  que hay que ir a la Iglesia.  Tienen que saber que a la Iglesia no se va par ser buenos solo con los hombres, se va para  ser también  buenos con Dios.  Se puede ser bueno con los hombres y despreciar y negar a Dios, pero no se puede ser bueno con Dios y malo con los hombres, porque el segundo mandamiento de Dios es amar al prójimo como a ti mismos.

La sociedad hoy necesita conocer la diferencia entre un buen cristiano y una buena persona, a fin de que pueda elegir lo primero, porque eso lleva implícito lo segundo, mientras que elegir solo ser buena persona no satisface la totalidad de la bondad que debe practicar el hombre. 

Entre una buena persona y un buen cristiano hay toda una filosofía de vida diferente. El buen cristiano toma como guía de su vida hacer la voluntad de Dios, que consiste en cumplir su doctrina según la interpretación del momento, doctrina que se resumen en amar a Dios y al prójimo. El fundamento y motor  de las buenas obras del ateo, el por qué debe hacerlas, puede ser la convivencia pacifica entre las personas, la justicia distributiva, la educación cívica la compasión innata en toda persona,  o  cualquier otro el sentimiento que nada tiene que ver con el reconocimiento  de ningún Dios, mientras que el fundamento o motivo por el cual el creyente se siente obligado a hacer esas buenas obras está en el querer agradar al Dios  que lo ha creado y del que cual ha recibido y esperar recibir grandes beneficios, como es el don de la vida y el de la felicidad eterna.  

Dentro de la filosofía de vida del creyente está también la creencia en  una justicia  verdadera que castiga siempre el mal y premia siempre el bien, mientras que en la filosofía del no creyente solo cabe una justicia deficiente, a veces injusta, que deja sin premiar el bien y sin castigar el mal.

  ¿Cual entiendo yo que deber ser  hoy la principal misión de Vida Ascendente?

 El objetivo de Vida Ascendente, según los Estatutos,  es llevar el Evangelio a los mayores, no solo a los que asistan  a nuestras reuniones, sino también a todos los adultos,  pertenezcan o no al Movimiento 

Para poder hacer esto con seriedad necesitamos dos cosas: Una conocer bien los evangelios que queremos anunciar, y otra conocer bien cual es la situación actual de los mayores a los que se los queremos anunciarlo.

  ¿Qué evangelio tenemos que anunciar  a los mayores?

Me dirás que el único que hay, el de Cristo. Si esto fuera así de fácil no necesitaríamos actualizar constantemente nuestra formación apostólica. Con transmitir la fe tal cual la que recibimos de nuestros padres y en nuestras catequesis tendríamos bastante. Pero no se trata de transmitir lo que recibimos tal cual lo recibimos, porque algunas de aquellas cosas que nos enseñaron ya no valen para la vida de hoy. Hoy no se está entendiendo la fe como la entendieron los apóstoles en sus primeros tiempos del cristianismo, ya no vivimos en comunidades de bienes como hacían ellos, ni celebramos las misas exactamente como ellos, aunque mantengamos lo fundamental. Tampoco vivimos el sacramente de la confesión como lo vivían los cristianos en los primeros siglos, ni defendemos los mismos criterios cristianos que se defendían en tiempos de la Inquisición, o de las cruzadas, ni hoy podemos explicar la creación del mundo como nos la explicaron hace cincuenta años.  Las sociedades y los individuos vamos cambiando  nuestra percepción de las cosas al ritmo de los nuevos descubrimientos que vamos conociendo.

Querer transmitir lo que recibimos sin pasarlo por el tamiz de los nuevos conocimientos es exponernos seriamente a querer transmitir los mismo errores que nos transmitieron, y que hoy la gente medianamente formada ya no está dispuesta a aceptarlos por haberse descubierto su falsedad. 

La Iglesia necesita hoy  llevar a la sociedad unos evangelios que sean creídos  a la luz de los conocimientos actuales, y formarnos en este sentido, entiendo yo, es uno de los cometidos fundamentales de Vida Ascendente. Todo el que quiera enseñar algo, lo primera que tiene que hacer es estar él en permanente formación, porque de lo contrario se expone a  quedarse obsoleto en sus conocimientos y, o forma mal a la gente si es creído, o se expone a que nadie le crea.

  ¿A qué mayores queremos  llevar hoy el evangelio?

 Decíamos al empezar  que necesitamos conocer el evangelio que tenemos que predicar, y que también necesitamos conocer a las personas a las que tenemos anunciarlo.¿A que mayores queremos llevar hoy el Evangelio? A los mayores de hoy naturalmente. ¿Y cómo son los mayores de hoy?

Puede que los siguientes datos nos ayuden a ponernos en la pista sobre como son los mayores de hoy en materia de religión. Dicen las estadísticas que se está igualando el número de matrimonios civiles con los eclesiásticos, con tendencia a subir los primeros, Si a los que se casan por lo civil añadimos los que se juntan sin casarse y los que se casan por otros religiosos, tenemos que la mayoría de los adultos prescinden  de la Iglesia Católica para casarse. Algo parecido ocurre con el Bautismo, donde cada vez son mas los que no se bautizan. Esto nos indica que en España hoy ya no somos mayoría los católicos.

¿Si los padres no van a misa y los hijos no oyen hablar de religión en casa ni en el colegio, ¿qué educación religiosa podemos esperar de la sociedad de hoy?  La que tienen muchos, que es la que reciben de los medios de comunicación sensacionalistas, donde a veces se inventan la noticia y otras, las más, se exagera o se deforma para el morbo que necesitan los  medios de comunicación.

Todo hace pensar que podríamos dividir a los mayores en tres sectores.  Los que asisten a las iglesias católicas, un 25 %, los que asisten a otros ritos religiosos, hoy un número muy numeroso en España, y con tendencia a aumentar, y los indiferentes y beligerantes con la religión, que a mi juicio hoy forman el grupo mas numeroso.

En este campo es el que tenemos que actuar hoy los católicos  de Vida Ascendente, y la pregunta es esta: ¿En cual de esos grupos debemos actuar? Con los estatutos en la mano la respuesta es fácil: En todos. Llevar  el evangelio a todos los mayores. Pero es evidente que la preparación y la forma de actuar en cada uno de esos grupos tiene que ser diferente. Hablar del evangelio entre  quienes asisten todos los días a misa suscitara pocas discusiones, mientras comentarlo con quienes lo han abandonado deliberadamente porque no les ha convencido, o comentarlo con quienes practican otros ritos es seguro suscitara discusiones para las que no será fácil encontrar argumentos con que rebatir los  del oponente. Para llevar el evangelio a éstos se requiere una preparación diferente que llevar el evangelio a los que ya creen.

¿Por qué este afán de llevar el evangelio a los mayores?

Yo entiendo que el fin de Vida Ascendente no es el de incrementar sus  miembros , ni el de hacer más prosélitos de la Iglesia Católica, si no el anunciar el Evangelio para que quienes lo conozcan puedan dar más gloria a Dios y hacer más humana ka convivencia entre los hombres.   Cristo vino a anunciar el Reino de Dios como invitación a las gentes a que hagan la voluntad de Dios, y anunciaba y practicaba lo que él creía que era la voluntad de Dios. Este es el encargo que nos dejó, el de anunciar esto, y esto creo yo que es lo debemos hacer como cristianos comprometidos en Vida Ascendente  a seguir al Maestro  

  ¿Cómo debe ser la formación que se de  en los grupos Vida Ascendente?

  Yo no me atrevo a hacer ninguna recomendación sobre esto, pero si creo que deben tenerse muy presentes las consideraciones que acabamos de hacer en el punto anterior. Creo que Vida Ascendente puede prestar hoy un gran servicio a la Iglesia y a la sociedad si acierta a enfocar bien su apostolado y no se limitan sus socios a tranquilizar sus conciencias con las prácticas rutinarias  de cada día.  

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