¡EXISTE DIOS?

La Gaceta Regional de Salamanca publicaba el 21-2-2013 un artículo escrito por un  alumno de 1º de Bachillerato del colegio Antonio Machado, de Salamanca , cuyo título era este ¿Existe Dios?. Cabe suponer que el chaval recoge en su artículo lo que enseñan sus Profesores en el Colegio. A nuestro juicio hay errores graves y por eso lo comentamos. Son errores, siempre desde nuestro punto de vista, que se hallan muy generalizados en nuestra sociedad actual . El artículo en cuestión dice textualmente:

“¿Existe Dios?   La pregunta es sencilla. Se podría responder con un monosílabo. Pero en tanto que interrogante primordial, parece que es preciso preguntarse previamente qué es Dios. La respuesta: Dios es un concepto. Simplemente un concepto. Común a todo, y a todos. Dios ha estado y está presente siempre en las sociedades humanas de todo el mundo. Pero esa presencia de Dios en un con­texto de religión es sólo inherente al ser social, ya que alguien a quien no se le enseñe sobre la supuesta existencia de Dios, no desarrollará de forma natural su teísmo, sino sólo su espiritua­lidad innata. En otras palabras, el ser humano necesita a Dios y, por tanto, lo crea.

Esa "necesidad" del ser humano de un ente sobrenatural que lo gobierne proporciona con­suelo cuando nos damos cuenta de lo fútil de nuestras vidas y nos hace reflexionar sobre nuestra propia existencia. Los rezos son un importante salvavidas al que muchos suelen aferrarse en momentos de debilidad, y no se entienden sin la existencia de un Dios. Con su existencia, la vida humana cobra, al fin, sentido.

Otra cuestión central es si la existencia de Dios es fundamento o exigencia de la ética y si tiene implicación en ella. En teoría parece que Sí; en la práctica, que NO. Uno de los mensajes de las principales religiones monoteístas es anunciar la compasión de Dios, pero la realidad y la experiencia nos dicen que muchos conflictos humanos, opresiones, situaciones de violencia y guerras tiene un contexto u origen religio­so, hasta el extremo de que, a veces, se hacen en nombre de Dios y se las llaman "guerras santas".

Entre los filósofos ni hubo ni hay hoy unani­midad. Basta comparar el pensamiento de Santo Tomás y el de Nietzsche. Frente a los argumen­tos de uno para demostrar la existencia de Dios, el otro declara impasiblemente que :”Dios ha muerto".

La respuesta a la pregunta "¿Existe Dios?" es múltiple, y lo seguirá siendo, pues es imposible reunir en una sola las interpretaciones qué tie­ne esta pregunta. Así pues, debe ser cada uno el que juzgue el concepto, y decida si quiere que para él exista Dios o no”.

 Hasta aquí lo publicado por el chaval . Nosotros encontramos tres errores graves que merece la pena comentarlos para no caer en ellos.

 Primer error: Dice: Dios es un concepto. Simplemente un concepto. Común a todo, y a todos”. ¿Es Dios solamente una idea en la mente de los hombres?  Muchos dicen que Dios es un constructo social. Por constructo social entendemos aquí una idea o concepto  "inventado" o "construido" por miembros de una cultura o sociedad, que se transmite de generación en generación y que ese concepto o idea termina siendo aceptado como si fuera una realidad existencial. Dios sería así un concepto o una idea que sólo existe en la mente de las gentes pero no en la realidad. Este  parece ser el concepto que  este chaval tiene de Dios al afirmar que  es un concepto, y esta es la idea que tiene de Dios mucha gente hoy en nuestra sociedad.

Esta idea de Dios no se corresponde con el Dios que anunció Cristo, que hacia milagros, que lo resucitó y que envió el Espíritu Santo a los apóstoles para darle fuerzas para anunciar el Evangelio. Tampoco se corresponde con el Dios que se comunicó con Abraham, con Moisés y con todo el pueblo de Israel a su paso por el desierto. El Dios que anuncian el Antiguo y el Nuevo Testamento es un Dios que  actúa y se comunica con los hombres. Una idea no puede comunicarse con nadie, ni dar instrucciones para que se haga algo. El Dios del Antiguo y del Nuevo Testamento ha actuado a la vista de muchos. Negar esto es negar la historia. Historia de la religión, pero verdadera historia. Muchos, yo entre otros, también pensé alguna vez  como Ríos que Dios sólo existía en la mente humana, pero en mi larga vida he comprobado que  no es un concepto ni una idea sino “Alguien” real que actúa en la vida de los hombres y puede hacerla cambiar en un instante.

Quien toma a Dios por un constructo social en vez de tomarlo por una realidad existencial se incapacita para entender algo del Dios real, de la religión cristiana y de la cultura  Occidental en la que vive, ya que ésta hunde sus raíces en el cristianismo. Desgraciadamente tengo la impresión de que hay mucha gente que piensa como este chaval, empezando, quizá,  por sus profesores si son estos quienes le enseñan a pensar así.

Segundo error. Habla el chaval de la necesidad del ser humano de un ente sobrenatural que lo gobierne... No, el hombre puede vivir, y hay quien vive así, sin  sentir esa necesidad de Dios y puede vivir satisfecho de su vida . No hace muchos días Antonio Garcia-Trevijano confesaba en la televisión, programa de Lágrimas en la Lluvia, que él era ateo, y que no necesitaba a Dios para vivir satisfecho. Yo, que he vivido esa experiencia, sostengo  que un ateo convencido no echa en falta a Dios, y no acude a él para que le de consuelo en sus momentos difíciles, ni aún en el momento de la muerte.  A nadie se le ocurre acudir a un ser si  está plenamente convencido de  que ese ser no existe. A Dios se acude cuando hay alguna esperanza de que pueda remediar  nuestro mal, y si hay tanta gente que reza pidiendo ayuda a sus males es porque cree que hay Alguien real superior a él que puede solucionar su problema.

Tercer error. Dice el chaval: “Entre los filósofos ni hubo ni hay hoy unanimidad. Basta comparar el pensamiento de Santo Tomas  y el de Nietzsche”. Y saca la siguiente conclusión: “La respuesta a la pregunta ¿Existe Dios? es múltiple. Así pues, debe ser cada uno el que juzgue el concepto, y decida si quiere que para él exista Dios o no”.

La respuesta a la pregunta ¿existe Dios?” no es múltiple. Solamente  hay dos respuestas posible: o existe o no existe, y solo una de ellas es cierta, la otra es una falsedad. Solo el que elige la respuesta verdadera está en lo cierto, el otro está en el error. ¿Es lo mismo elegir una que otra?. No. Si existe Dios puede exigirnos responsabilidades de lo que hagamos, y esto aunque nosotros creamos que no existe. Nuestras creencias no tiene capacidad para modificar lo que realmente es. Para estar en la verdad tenemos que doblegar nuestras creencias a lo que realmente es, porque aquello que es, no va a dejar de ser para convertirse en  lo nosotros queramos o creamos.

Entiendo yo que nuestra obligación es buscar la verdad con honestidad, y quienes tomen una opción errónea por negligencia  en buscar la verdad, parece evidente que son culpables de su error, y como culpables de su mala decisión son merecedores de castigo. Otra cosa es quienes  buscando la verdad con la mejor intención  lleguen a una solución equivocada, no por su culpa, sino por culpa de las circunstancias especiales que concurran en su vida. Aquí, aunque haya error en la elección si no hay culpa no puede haber castigo.

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