FINANCIACIÓN DEL PROGRAMA

Quién paga este programa?, ¿cuánto cuesta?, ¿cuántas personas se dedican a coordinarlo?, son preguntas que nos suelen hacer cuando hablamos de la Universidad de la Experiencia,
interrogantes que en este apartado trataremos de contestar.
Quién financia el programa:
La Consejería de Sanidad y Bienestar Social de la Junta de Castilla y León al proponer el proyecto de la Universidad de la Experiencia a la Universidad Pontificia aceptaba financiarlo en su totalidad, si bien se acordó que los alumnos aportaran en concepto de matrícula 3.000 pese-tas el primer ario y 3.500 los dos siguientes. Las razones para cobrar matrícula fueron dos: por una parte nos pareció que se implicarían más las personas que se matricularan, aunque podrían concederse becas en casos de necesi-dad  Y por otra parte con el dinero de las matrículas la Universidad haría frente a los primeros gastos de fotocopías, fichas etc.

Cúanto cuesta el programa:
La primera estimación de gastos para comenzar el primer curso fue de dos millones y medio (2.500.000) para el programa de estudios. Este presupuesto se aumentó en medio millón ante la propuesta que hicimos de organizar algunas excusiones y visitas de forma integrada en el futu-ro Plan de Estudios, como medio para conocer y valorar el entorno y, sobre todo, para favorecer las relaciones personales de los propios alum­nos mayores entre sí y con jóvenes universitarios.
Por tanto el coste del primer curso fue de tres millones de pesetas (3.000.000), distribuidos en las siguientes partidas:

  • Profesorado:         (130 horas a 10.000 pts./ hora)

1.300.000

  • Conferencias:      (4 por 50.000 pts).

200.000

Desplazamientos y dietas

200.000

  • Coordinación

200.000

  • Material

300.000

  • Excursiones y visitas

500.000

10% Universidad Pontificia (del total)

300.000

TOTAL                                                              

3.000.000 DE PESETAS

En el segundo curso, al ampliarse el programa a otras tres provincias además de los dos cursos de Salamanca, la Consejería de Sanidad y Bie­nestar Social consideró que la financiación para estos cursos debía ascen­der a dieciocho millones, para sufragar los gastos añadidos de: un con­trato para la persona que ayudara en la secretaría, los desplazamientos de algunos profesores que irían desde Salamanca para impartir las clases a otras provincias, así como los desplazamientos tanto de la directora como de los coordinadores de cada sede que consideramos necesarios para conseguir una cierta unidad del programa.
El pago de esta cantidad no pudo hacerse efectivo a causa de diver­sos problemas, que lo retrasaron. Ante la demora, y a instancia de la Universidad Pontificia, la Dirección General de Acción Social, propuso una nueva vía de financiación que consistía en pedir una subvención en enero de 1995 para todo el año.
En el nuevo presupuesto que se envió en enero para solicitar la sub­vención mantuvimos el mismo coste que nos habían concedido en el último Convenio (1.200.000 pesetas por curso y trimestre), es decir, doce millones correspondientes a los dos últimos trimestres (enero- junio de 1995) para los cinco cursos comenzados más nueve millones seiscientas mil pesetas para los ocho cursos (dos por sede) que había que impartir durante el primer trimestre del curso 1995-96, sin ampliar el programa a ninguna otra provincia, el total solicitado era pues veintiún millones seiscientas mil pesetas (21.600.000).
En el mes de marzo de 1995 recibimos seis millones (6.000.000) correspondientes a lo concedido en el Convenio para el primer trimes­tre en el cual se desarrollaron las actividades de la Universidad de la Experiencia en cuatro sedes con un total de cinco cursos (dos en Sala­manca), que supone un coste de 1.200.000 pesetas por curso para un tri­mestre.
En el mes de mayo la subvención que habíamos solicitado fue revi­sada para ajustar los gastos, y la Universidad Pontificia aceptó incluir, en el mismo presupuesto de 21.600.000 pesetas, dos nuevas sedes (Ávila y Burgos) durante el primer trimestre del curso 1995-96.
La reducción no podía hacerse para los dos trimestres ya finalizados cuyos gastos habían sido, en gran parte adelantos por la Universidad Pontificia, sino para el primer trimestre del curso 1995-96 y cursos suce­sivos. Las partidas en las que se redujo fueron:

Antes de comenzar el nuevo curso se aceptó, por parte de la Conse­jería de Sanidad y Bienestar Social y de la Universidad Pontificia, comenzar las actividades de la Universidad de la Experiencia en Palen­cia cuyo Ayuntamiento subvencionaría los gastos del primer trimestre, presupuestados en un millón de pesetas (1.000.000) comprometiéndose la Junta a incluir en la subvención del siguiente año el gasto de los dos últimos trimestres.

 Así pues el coste del Programa durante el ario 1995, en que se han desarrollado 5 cursos en los dos últimos trimestres (enero-junio) y 11 cursos en el primer trimestre (septiembre-diciembre) es de 1.076.000 por curso y trimestre, es decir, tres millones doscientas ventiocho mil pesetas (3.228.000) cada curso.
La subvención concedida para el ario 1996 es de veinticinco millo-nes que, repartido entre los once cursos durante dos trimestres más catorce cursos el próximo primer trimestre, significa que el coste de cada curso-trimestre es de casi 695.000 pesetas, que significa dos millo-nes ochenta y tres mil pesetas (2.083.000) el coste de cada curso completo.

Personal dedicado al programa

El primer ario estaba solamente yo encargada de la dirección y coor-dinación del programa, sin estar liberada de las actividades docentes ni de las propias del decanato de Pedagogía del que era responsable aquel curso. Es verdad que conté con el apoyo del rectorado, con la colabora-ción de los profesores que elegimos para encargarse de las clases, con los alumnos de Educación Social que se implicaron en las actividades complementarias, con la disponibilidad del Departamento de Relaciones Públicas, y... con la ayuda y comprensión de los alumnos y alumnas de aquella primera promoción.

El segundo ario, al comenzar las actividades en otras tres provincias, el Rector de la Universidad Pontificia nombra un coordinador para cada una de las sedes que cobra doscientas mil pesetas (200.000) por curso y ario y que se encarga de la siguientes tareas:

--elaborar los horarios siguiendo las pautas generales,
--proponer al profesorado que se encargará de cada materia decidiendo los que se desplazarán desde Salamanca,  
-- presentar a cada uno de los profesores y preparar el material que precise
--recoger los cuestionarios de evaluación y enviarlos a Salamanca
-- controlar la entrega de los trabajos de evaluación que deberá entrega-los a los profesores de cada materia y el listado de los alumnos que entregan cada trabajo para enviarlo a Salamanca,
— organizar las conferencias y las actividades complementarias,
— participar en las reuniones trimestrales de coordinación regional, — atender las sugerencias que hagan los alumnos,
— y sobre todo dinamizar a los grupos.

Con dos cursos en Salamanca y otros tres cursos en las nuevas sedes, se decidió que era necesario que hubiera otra persona que ayudara en la Secretaría de la Universidad de la Experiencia para realizar las siguien-tes tareas:
— archivar toda la documentación de los cinco cursos como: fichas de alumnos y profesores, carnets de alumnos, horarios de cada sede, apuntes, programas de las materías, actividades complementarías etc.,
__controlar tanto la entrega de los cuestionarios de evaluación de todos los alumnos e informatizar los resultados, como del listado de los alumnos que van entregando los trabajos de las diferentes materias, y anotarlo en la ficha-expediente de cada uno de los alumnos. Estos datos los debe enviar periódicamente el coordinador de cada una de las sedes a Salamanca,

— además de ayudar en la coordinación de los dos cursos de Salamanca.
El contrato de M.a Teresa Ramos Bernal, Licenciada en Pedagogía se hizo para media jornada por nueve meses, con un coste total de un millón cien mil pesetas (1.100.000).
En el curso 1995-96 con once cursos en funcionamiento, además de un coordinador por cada sede, se amplió la plantilla de secretaría de la sede central de Salamanca, en la que han trabajado este curso:

M.' ADORACIÓN HOLGADO SÁNCHEZ

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