Es probable que nunca hayáis oído hablar de este ruso del que se dice que es hoy el hombre que sabe más matemáticas en nuestro planeta. Nació el 13 de Junio de 1966 en Leningrado, hoy San Petersburgo, Rusia. Ha hecho históricas contribuciones al mundo de las matemáticas. En agosto de 2006 se le otorgó la Medalla Fields, que es el mayor honor que puede recibir un matemático, es como el Nóbel de las matemáticas. Sin embargo, él renunció a esa medalla y al premio de 10.000 dólares que llevaba consigo la medalla. Mas tarde el Instituto Clay de Matemáticas de Cambridgs, en EE.UU. convocó un concurso premiado con un millón de dólares para el matemático que resolviese el llamado Teorema de Poincaré, o conjetura de Poincaré. Perelman resolvió este problema, lo publicó en una revista científica, y ganó el millón de dólares, pero volvió a renunciar a esa cuantiosa cantidad.
Pues bien, este señor tan raro, que vive pobremente de la pensión de su madre y de las clases que él mismo da, y que renuncia a premios tan sustanciosos, dice uno de sus mejores amigos que se ha retirado de las matemáticas, pero que está trabajando duramente en otro desafío: la demostración matemática de la existencia de Dios. “Somos amigos desde niños -asegura este amigo de nombre David al periódico Pravda- y él es un hombre profundamente ascético y espiritual, tiene siempre un crucifijo y un rosario en el bolsillo, lleva barba y reza cada noche, y está convencido de haber logrado probar la existencia de Dios”. Ahora solo hace falta que lo publique en alguna revista científica como hizo con el teorema de Poincaré.